#OPINIÓN
CXNCONEXIÓNNL/ MONTERREY.- El gran reto que día con día viven las corporaciones de Seguridad Pública en nuestra metrópoli es precisamente la de atender a ciudadanos que sufren por el pésimo comportamiento de su vecino.
Los reportes por ALTO VOLUMEN A ALTAS HORAS DE LA NOCHE es una verdadera pesadilla y lo peor del caso, las policías no pueden hacer nada, legalmente hablando.
Para poder diseñar las líneas estratégicas que guíen las intervenciones conducentes a mejorar las condiciones de la seguridad en el ámbito urbano – dada la complejidad del fenómeno-, es preciso aproximarse a él desde diferentes perspectivas.
La mala relación con las personas y el entorno generan graves problemas difíciles de poder atender y/o resolver.
El Volumen alto, derivado de las fiestas y reuniones es un claro ejemplo de la falta de educación, civilidad y criterio de algunas gentes, es una de las primeras cinco causas que afectan la convivencia ciudadana.
Es uno de los principales motivos que originan conflictos en las urbes y que generan afectación ciudadana, no por la ocurrencia de un delito, sino por el comportamiento social.
En efecto, tan sólo en lo que va de este año 2017 las diferentes Policía de la metrópoli de Monterrey han recibido más de 150.000 llamadas de vecinos desesperados.
Esto abarca alegatos entre vecinos, la mayoría de las veces insultos de palabra y en menor proporción algún tipo de agresión física.
¿Hasta dónde tiene derecho alguien a afectar mi tranquilidad?, ¿hasta cuándo las autoridades encontrarán los mecanismos legales que los faculten para poder frenar los abusos de los vecinos gorrosos?.
Recuerda que “el respeto al derecho ajeno es la paz”.
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